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Fue un par de horas de haber empezado el proceso de juzgar la competencia TDC53 del Type Directors Club que vi por primera vez una portada de Metrópoli, un suplemento semanal del periódico Español, El Mundo. Bueno, fue entonces que vi mis primeras cinco — luego diez, y luego más — portadas de Metrópoli. Inicialmente fue la tipografía egipcia con sus slabs, todo en mayusculas, que me atrajo. Conforme di cortos pasos de un extremo de la mesa a otro para ver el resto de las portadas esa misma tipografía se mutaba, distorcionaba, adaptaba y torcía al parejo de una variedad vertiginosa de estilos, manerismos y ejecuciones de imágenes — en este caso en específico, imágenes tipograficas — que cambiaban de portada a portada. “Consistencia”, como la entendemos formalmente, obviamente no era el objetivo. Debido a que la competencia es juzgada anonimamente (y que no sabia yo de esta revista) tenía que averiguar quien era responsable de esto y a quien tuvieron que embrujar para tener permiso de tomarse tales libertades titánicas con la portada y logo de una revista. Hice una nota en mi Treo para asegurarme de checarlo al día siguiente, una vez que mis nervios opticos hubieran recuperado sensibilidad despues de ocho horas de juzgar.
Los logos — o cabeceras — de una revista son sagrados. Representan el epítome de reconocimiento sobre el cual directores ponen sus esperanzas de que el observador decida tomar esa revista del estante. No deben ser molestados. A lo mucho, se les puede cambiar el color de un numero al otro. Algunas revistas con un cierto sentido de confianza permitiran que la cabeza de algun famosillo tape la cabecera. Otras revistas, como HOW (una revista de diseño en los Estados Unidos) acogen la posibilidad de diferentes ejecuciones de su logo, pero siempre basado en la forma del original. Y no importa que tan aventurera sea un revista, siempre habrá algun elemento de consistencia, ya sea la tipografía o la estructura. Pero no Metrópoli. Metrópoli descarga consistencia en su iPod y lo pone en shuffle. Convierte lo inesperado en consistencia, el Zeitgeist en su manual corporativo, y decadas de historia visual en su inspiracion. Diseñar portadas de Metrópoli suena como el trabajo ideal. Y ese trabajo le pertenece al diseñador Español, Rodrigo Sanchez.
Rodrigo se unió a El Mundo en 1992, donde es Director de Arte de tres de los suplementos del periódico junto con otros proyectos requeridos por un grupo editorial de tal tamaño. Desde que se graduó de la Universidad Computense de Madrid, Rodrigo ha trabajado en el campo editorial: La revista de economía, Mercado, fue el primer trabajo que le obsequio control sobre su diseño; despues trabajó para El Sol en 1990 donde conoció a los legendarios diseñadores editoriales, Roger Black y Eduardo Danilo (de Danilo Black) a quienes acredita de haberle abierto la mente (y las puertas) al diseño editorial de la mas alta calidad. Durante los ultimos 15 años Rodrigo ha producido portadas para Metrópoli que desafian las rutinas típicas de diseño y que demuestran una variedad admirable de ejecucions visuales que abarcan de lo esperado a lo magnífico dejandote corto de aire. Como se podran imaginar, yo vote por Rodrigo. (Y aparentemente, igualmente lo hicieron los otros jueces.)
Rodrigo ha sido lo suficientemente amable de interrumpir sus actividades para hablar con nosotros acerca de Metrópoli.
Y hemos compilado una galería de 50 portadas de Metrópoli.
ARMIN VIT Nada mas de pensar en diseñar una portada diferente cada semana — mas aparte toda una revista — me siento cansado, sin ideas y dándome topes contra el tablero. Cuentanos como es una típica semana tuya, específicamente tratandose de la portada: ¿Cuanto tiempo tienes para cada portada? ¿Como involucras a ilustradores en el proceso? ¿Quien aprueba (o desaprueba) portadas?
RODRIGO SANCHEZ En mi semana laboral la portada de Metrópoli ocupa poco tiempo. Soy, fundamentalmente, Director de Arte de la revista dominical de mi periódico, El Mundo. Un Magazine de gran formato, casi tabloide, al que le dedico la mayor parte del tiempo en coordinación, ejecución y encargo de material gráfico a fotógrafos e ilustradores. Coordino además dos revistas mensuales del mismo grupo, una dedicada al Arte (arte con mayúsculas) y otra a la Historia, de las que diseño algunos reportajes interiores y las portadas de ambas. Y entre todas esas cosas siempre se “cuela” algún trabajo extra del área de marketing o algún producto complementario de cualquiera de las revistas de las que soy director artístico.
Por lo tanto es casi imposible determinar cuánto tiempo dedico a cada una de las cosas. Lo que sí es ponderable es la cantidad de energía que aplico a cada uno de mis proyectos. A Metrópoli, en concreto, del que también soy Director de Arte le dedico poco tiempo, pero mucha energía.
Es más importante la idea que la realización. Puedo perder mucho más tiempo pensando en la solución a un problema que en la ejecución propiamente dicha. Ante una idea, o un concepto, hay que aplicar las fórmulas gráficas necesarias en tiempo y material. Hay que adecuar los plazos de ejecución al tiempo real de cierre. De la correcta administración de esos factores depende el éxito final.
La portada más rápida me puede llevar dos horas, quizás menos. La más laboriosa dos semanas. Y, como siempre, todo es relativo. No es lo mismo una portada en la que todos los elementos dependen de ti mismo que si dependen de otros profesionales: fotógrafos, ilustradores, escritores, etc.
No es lo mismo saber con antelación el tema de portada que enterarte sólo un día o unas horas antes, pues puede ocurrir que casi entrando en imprenta aplazen el estreno de una u otra película y sea imprescindible cambiar la portada.
Tampoco es lo mismo trabajar bajo presión que relajado. En general, y aunque resulte extraño, trabajo mejor cuanto menos tiempo tengo para hacer algo. La creatividad surge siempre de la escasez de medios y de materiales. Cuando dispongo de todo tipo de ayuda el resultado suele ser mediocre y previsible. El estrés ayuda al ingenio.
En cuanto a los ilustradores y fotógrafos son muchos años trabajando juntos y ya saben como pienso. Existe una gran confianza mutua y cualquier comentario o corrección son entendidos inmediatamente como un proceso para mejorar el producto final. Necesito esa confianza, pues ellos desarrollan parte de mi trabajo que yo no estoy capacitado para realizar. En cualquier caso es fundamental saber que ambos, ellos y yo, trabajamos para el producto, Metrópoli. Nadie sale ganando, sólo Metrópoli. Nadie cede ante el otro, todo ha de encontar su sitio y su equilibrio. Llega un momento en que la solución aparece ante nuestros ojos, nunca sabes cuando ocurrirá, y ese es el momento de parar. La portada está lista
Metrópoli No. 331, Semana de Septiembre 27 - Octubre 3, 1996.
AV En un articulo acerca de tu trabajo [link a pixelcreation.fr aqui], mencionas que fue la portada para la película de Trainspotting — hace ya 10 años — la que provoco este método de diseñar las portadas totalmente diferentes cada semana. ¿Como fue ese proceso de transición? No solo en términos de diseño, sino también en cambiar la mentalidad del equipo editorial y del publico.
RS Todo fue más casual que premeditado. Hacía sólo unos meses que había tomado las riendas de la publicación. Había cambiado el diseño interior (desde aquél cambio ya lo he rediseñado otras cuatro veces) y el de la portada. A partir de ese momento sólo había que desarrollar un proyecto.
Como ya te he comentado, Metrópoli no es más que una de las revistas de las que me encargo, una más. Pero al cabo de unos meses pensé que Metrópoli debía de ser algo más. Algo extraordinario. Algo que considerara un entretenimiento más que un trabajo. Y ocurrió con Trainspotting. Se juntaron la oportunidad y la necesidad.
Cambié la cabecera y la integré totalmente con el diseño de la portada. Ahí nació mi Metrópoli. El resultado pilló por sorpresa a la dirección y a los lectores, pero el caso es que nadie protestó, sólo llegaron alabanzas. Nadie dijo que eso no se podía hacer, simplemente se hizo, y no pasó nada A partir de ese momento ha habido fases de mayor o menor creatividad y/o entusiasmo. He tenido mis problemas con la dirección y con la empresa. He discutido hasta la saciedad, pero siempre desde mi respeto y su admiración. Simplemente les sorprendía que algo así se pudiera hacer y no pasara nada. Altibajos, como en todos sitios. Hasta hoy, hasta ahora.
AV En el 2004, Metrópoli y La Luna se unieron para formar un solo suplemento; como se reflejó este cambio en las portadas del nuevo suplemento? Fue decisión unánime adoptar el estilo de Metrópoli o en algún momento se cuestiono si se debería abandonar la presión de crear nuevas portadas?
RS Metrópoli se distribuía exclusivamente en la capital, Madrid, y en sus áreas de influencia, con un contenido sobre ocio urbano y familiar: estrenos de películas, listados de cines, listados de restaurantes, críticas gastronómicas, listado de bares de copas y novedades sobre todo tipo de ocio.
La Luna era un suplemento de ocio y entretenimiento para jóvenes, sólo para jóvenes. Con información exclusiva para ellos, música, cine y tendencias, que difícilmente podría mezclarse con la información habitual de Metrópoli. Asimismo su diseño era muy audaz y agresivo. Una puesta en escena muy rotunda, simple pero rotunda. (Armin, te enviaré unos archivos del suplemento para que lo veas) La fusión fue dramática pues, de hecho, supuso la desaparición de uno de nuestros mejores suplementos, La Luna.
La fusión de ambos supuso la desaparición de uno y la mutación de otro. Con la fusión, con la que el suplemento Metrópoli pasaba de tener una distribución local (sólo Madrid y provincia) a nacional, se perdió parte de la frescura de sus portadas, pues los temas que había que tocar se convirtieron en generalistas (estrenos nacionales y grandes temas de ocio) y se abandonaron asuntos muy locales: los mejores bares de barrio, la tienda de la esquina, los edificios singulares, los mejores menús a menos de 10 euros, etc.
Ciertamente se suponía que el cambio de distribución, de local a nacional, implicaría una normalización en las portadas, es decir, una dulcificación de estilos, un uso menos agresivo de los materiales gráficos y tipográficos y, en definitiva, un aspecto más convencional. Siempre se sostiene, imagino que en los USA ocurre igual, que el lector de la capital está más cultivado que los del resto del país y que éstos aceptan, o entienden mejor, los recursos gráficos conceptuales. Sería como pensar que los ciudadanos de Kentucky no entenderían las portadas del New York Times Magazine por que son demasiado “elevadas”.
Pero, como se dice por estas tierras “la cabra tira al monte”. Así que, tras una corta etapa de transición, conseguí retomar la senda de las antiguas portadas y darlas un toque “especial”. Muy a disgusto de la dirección, por cierto.
AV Has diseñado mas de 1,000 portadas y es sorprendente lo mínimo que se duplican ideas, estilos o desarrollos. ésta sera probablemente la pregunta más directa de la entrevista, pero, ¿cómo lo haces?
RS Sí, es cierto. Han sido más de 1.000 si tenemos en cuenta las publicadas y las no publicadas. Ten en cuenta que la media de portadas por semana es de, al menos, tres diferentes (sólo hablo de Metrópoli) sobre el mismo tema. No me siento satisfecho teniendo sólo una opción, a veces me parece que he trabajado poco. Es corriente solucionar en una misma semana una portada con dibujo, con foto y con tipografía (o con varias tipografías diferentes), y luego elegir la que mejor funciona gráficamente. Necesito tener algo más para poder elegir. No me importa perder tiempo en hacer muchas portadas si de esa manera tengo clarísimo cual es la acertada. A habido ocasiones en que he dedicado muchas horas a portadas con estilos gráficos muy laboriosos, algo que yo suelo llamar de estilo “puntillista”. Al final las he desechado, sólo se ve que no funcionan cuando están acabadas, nunca antes.
Las portadas de publicaciones que trascienden lo meramente informativo (como es el caso de Metrópoli) están íntimamente relacionadas con el estado anímico del diseñador. Acontecimientos personales, enfermedades, viajes, películas o libros que puedan haber influido en la persona se verán reflejados en los trabajos de diseño. De hecho una mirada cronológica de determinados trabajos personales denotarán optimismo o pesimismo, alegría, monotonía, conformismo, extravagancia o espíritu investigador.
Los acontecimientos generales y los particulares que me afectan directamente afectan también a mi trabajo. Yo al menos necesito mirar dentro de mi para dar lo mejor en mi trabajo. El estado de animo sale a portada. Luminoso si es positivo, oscuro si es negativo. La época del año, e incluso el día o la hora, harán variar la solución final a una misma idea. Al ser un trabajo personal, la evolución del trabajo camina en paralelo a la evolución de la persona. Es una permanente adolescencia, en la que puedes repudiar pensamientos, hechos y por supuesto trabajos, de poco tiempo antes. Hay veces en los que no te explicas como pudiste llegar a hacer tal portada en tal momento, bien porque ahora nunca se te ocurriría, por creer estar muy por encima de lo que hacías antes bien por que piensas que tu nivel creativo está muy por debajo de lo que era en el pasado.
AV ¿Has tenido alguna portada que sintieras que fuera excelente y haya sido cancelada por el editor? ¿Ya sea por contenido provocativo o impropio o simplemente por que a alguien no le gustara o entendiera?
RS He tenido serios problemas con la empresa y con la dirección por culpa de algunas de las portadas. Pero problemas de verdad, hasta el punto de creer en mi despido. Lo digo honestamente. Probablemente ellos nunca tuvieron la intención de hacerlo, pero yo en muchos momentos me vi más en la calle que en la redacción. Sin embargo siempre pensé que merecía la pena mantener el pulso y jugármela por hacer bien Metrópoli. Afortunadamente todo lo que he creído que debía hacer lo he hecho y hasta ahora ninguna portada ha dejado de salir salvo por autocensura.
Tan importante es hacer como dejar hacer. Este producto y sus diseños han sido posibles por que alguien ha aceptado respetar mi trabajo y no discutir cada letra, cada dibujo y cada fuente que he utilizado. Entiendo y comparto el trabajo en equipo, pero al final siempre uno tiene que dejar trabajar a otro, y darle toda la confianza para que el trabajo llegue a buen término. El pincel sólo lo puede manejar una mano. No me imagino un cuadro pintado entre varios.
AV Generalmente no hago esta pregunta, pero creo que en este caso la merece: ¿De donde sacas inspiración? Mas bien, ¿De donde generas tantas referencias? ¿Como decides que “estilo” usar?
RS El proceso creativo es lento. Nunca se sabe cuando puede llegar, y de hecho llega cuando menos te lo esperas. Pero es imprescindible una destreza, una experiencia y una habilidad perfecta para poder sacar el máximo partido a las ideas.
La creatividad, al igual que otras cualidades, existen en todos. Unos tienen esa cualidad más desarrollada, otros menos. Supongo que es la necesidad de esa creatividad la que hace que dicha cualidad aumente. Por ejemplo, el hecho de carecer de recursos gráficos (fotos o dibujos) para solucionar un problema acrecienta la necesidad de buscar sustitutos. A veces una simple y buena idea hace el resto.
La creatividad, la IDEA, sustituye a todo. Y la idea principal es sorprender. Pero sorprender no sólo por la idea, sino por la realización gráfica de dicha idea. Ponernos en la piel de lector, y preguntamos qué es lo que nos gustaría ver en la portada de la revista si fuéramos nosotros los compradores.
En otros casos nos preguntamos que es lo que haría la competencia ante un problema similar y hacer justo lo contrario. Hemos llegado a la conclusión de que no hay nada que no pueda hacerse.
Todo tiene su momento, su motivo y además todo tiene su forma. Y en eso, en la forma, nosotros tenemos muchos recursos. Tenemos la ventaja de que cuando las ideas nos fallan la técnica y los recursos gráficos pueden solucionarnos el problema.
Metrópoli es la revista para disfrutar del ocio de Madrid. Te enseña lo que puedes ver, oir y comer. Probablemente después de leer Metrópoli el lector tomará una decisión sobre que hacer en su tiempo libre. Y en su tiempo libre ese lector puede hacer de todo. Incluso cosas que no aparecen en la revista.
No solo mostramos actividades que nada tienen que ver entre si, como el cine o el ciclismo. Sino que incluso hablamos de actividades hermanas que, en su realización, tienen poco en común: ¿es lo mismo la película Azul de Kieslowsky, que Salvar al Soldado Ryan de Spielberg? ¿Que tienen en común el esquí de fondo con el snowboard alpino, o el ciclismo en pista con el trialbike?
Por lo tanto ¿por qué centrarnos en un único estilo de diseño? y ¿cómo transmitir al lector esas diferencias? Metrópoli es una guía de consulta. Sería imposible cambiar el interior de la revista todas las semanas sin perjudicar la legibilidad de los listados. La única solución es realizar las modificaciones en la portada. Debíamos cambiar el diseño todas las semanas y que sin embargo la revista fuera reconocible.
La portada de Metrópoli puede permitirse el lujo de hacer un guiño al lector, para que éste se sienta cómplice del producto. Es evidente que quien asume riesgos tiene más posibilidades de equivocarse. Si embargo ese riesgo está controlado y calculado. Se hace sólo en uno de los diez suplementos de los que tiene El Mundo.
AV ¿En algún momento te preguntas si alguien fuera a pensar que nada mas estas replicando o reciclando estilos ya existentes?
RS Si una idea ha funcionado bien hace tiempo en otro sitio no debería ser inadecuada para otro lugar y otro momento. Una idea no es el diseño de un periódico o una revista, no es más ni menos que una simple idea, nada más. En general no creo que una buena idea pueda dejar de ser usada simplemente porque a otro se le haya ocurrido antes. Si todos pensásemos así dejaríamos de editar y de comprar los millones de ejemplares de manuales sobre diseño que se venden cada año.
Tengo, como tenemos todos, diseñadores a los que admiro y envidio. De ellos aprendo y trato de experimentar estilos parecidos. No se puede avanzar de otra manera, o al menos yo lo entiendo así. El inventor del impresionismo, el primero que usó ese estilo pictórico, no evitó la corriente internacional de pintores impresionistas, ni de cubistas el del cubismoÝ ni dadaistas, expresionistas, neorrealistas o minimalistas. Os imagináis un único autor de cada una de esas corrientes. Y, sobre todo, ninguno de esos autores excluye al resto. Picasso no es el cubismo, ni siquiera lo inventa él. ¿Alguien duda de Picasso?
¿Cuantos cuadros de motivos religiosos ha habido en la historia? ¿ Y cuantos de ellos han representado de la misma manera, la misma posición, encuadre, disposición, ornamentación y acompañamiento a Jesucristo y/o a la Virgen María? ¿Es plagio? O es que no puede entenderse el arte de otra manera.
Ha sido la influencia, la inspiración y la copia de unos a otros lo que ha hecho y lo que hace evolucionar las diferentes corrientes artísticas.
Nosotros no somos artistas, somos comunicadores y, en muchos casos, somos periodistas. Pero no cabe duda de que en nuestra especialidad hay un porcentaje elevadísimo de matices relacionados con el arte y el manejo del impacto creativo-visual. Muchas veces necesitamos manejar factores puramente artísticos para llegar a una comunicación efectiva. Lo que ha servido en la historia del arte creo que, humildemente, nos puede servir a nosotros.
AV Seguramente ya tienes que regresar a trabajar en la portada de la próxima semana, asi que una ultima pregunta: ¿Cuantas portadas mas puedes hacer? ¿Que te mantiene dedicado a este proceso después de casi 15 años?
RS La verdad es que me entretengo mucho. Lo paso bien con mi trabajo. Si no necesitara trabajar para vivir haría este trabajo como afición. Es bonito trabajar en lo que te gusta y que encima te paguen por ello.
Espero hacer otras 1.000 portadas, con un poco de ayuda y otro par de gafas.
Bravo SpeakUp!
A parte de que el artículo esta buenisimo quiero felicitarles por la iniciativa de ponerlo en español y de considerar a este talento español.
Si éste es un nuevo formato de SpeakUp, bilingue y con un visión realmente global, los felicito!
La escena local ya estaba volviendose aburrida.
On Feb.22.2007 at 08:54 AM